sábado, 6 de junio de 2009

Encrucijada corporal

Hoy soy una encrucijada...la misma que mantiene mi mente dispersa y mi cabeza y pecho en conflicto... si, soy encrucijada.

El vivo ejemplo de que las leyes de Murphy no son simples estúpideces inventadas por algún loco desdichado... como quien dice, es cierto que cuando todo parece estar bien, es cuestión de tiempo para que deje de parecerlo.

Hoy mi mente nada en un mar de posibilidades, unas llevan a una costa conocida y otras a la isla de la libertad y perdición. Y quien se supone que va a guiar a mi pobre mente confundida?... no, no, yo se que ni siquiera debería de considerar buscar el camino hacia la isla porque una vez allá no hay camino de vuelta. No necesito a nadie más que a mi lúcida mente para decirme que no debo hacer, pero mi inconsciente se vuelve aliado de mis hormonas y por más que quiera evitarlo es imposible.

De repente ya no puedo confiar en lo que quiere mi mente ni en lo que me pide el inconsciente, entonces que hacer? Continuar en la costa o seguir nadando en el mar de posibilidades que es la vida. Algo si queda claro, algún día llegaré a la isla, no sé si será ya o si será dentro de mucho tiempo... pero llegaré.

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