miércoles, 14 de octubre de 2009

Delirios de un día latente

Ataduras en mi pecho y mente,deseos de volar pero con otra parbada, nuevos paisajes que pierdo por ilusa... Seguiré reclusa en mi extraño mundo por decisión propia.

Y luego aparece la rutina, intentos frustrados de satisfacción.Mi cabeza sigue trabajando en el intrincado proceso de hacerme sentir miserable.

De repente no conosco el contenido de mi pecho y de repente si... es la dura batalla entre el cerebro y el ritmo cardiaco , que ya se vuelve parte de la rutina.

El mundo a su lado es el polo opuesto de mi tiempo a solas. Mi cabeza se enrreda entre acordes y letras conocidas pero con nuevo significado. La almohada sigue mojada en su tanda nocturna, de dia simplemente espera las reflexiones del turno por venir.

Lluvia, afuera y adentro, nada más que el reflejo de mi intrincado laberinto existencial, lleno de encrucijadas inexistentes y ahogos en vasos de agua medio vacios...