Un cielo de color indefinido rige mis días desde un precipitado pero premeditado accidente exquisito. Sabe bien... a jarabe de fresa sobre helado de vainilla agrio.
Me baño con excusas que no se justifican y huelo a incertidumbre todo el día.No me justifican pero no las escucho ni quiero, pero nunca me importa lo que quiero...no con vos.
El condenado pato nada hacia un azul que realmente está pintado. Siento que voy a chocar contra el vidrio en cuestión de minutos eternos y se va a llenar de rojo hasta crear la mancha purpura más horrible que he tenido. Y no quiero y quiero y me canso de querer y no querer. De pensar y dejar de hacerlo. De engañarme y ya.
No llueve, no hay inundaciones... esta catástrofe realmente no lo es. En realidad no es nada, es agua con azúcar y sal que sabe horrible pero igual me la tomo.
No soy una victima, me haces sentir como el victimario. Y tal vez si sea mala y vos no; pero vos no tenes la culpa de que esta mala se haya metido contigo... de nuevo.
Tal vez si soy mala. Tranquilo que no es culpa tuya, solo soy.
