De este lado del muro

De este lado del muro las cosas son conocidas y conflictivas, ya no se conocen los límites y los tratados establecidos se vuelven cada vez más confusos.

De este lado del muro el cielo cambia de color rosa a negro en cuestión de segundos, de palabras. Lo existente del otro lado son simplemente meras suposiciones basadas en memorandos viejos, el hueco para comunicarse se hace cada vez más angosto y no hay manera de evitarlo. Se hace el intento, se envian mensajes directos, pero los habitantes de ese lugar desconocen mi lenguaje o simplemente no saben leer, oir y ni entender.

De este lado del muro llueve cada otra noche, de repente la lluvia entiende que solo moja de este lado y que en el otro lado seguramente no se ve ni las nubes negras. Entonces todo es sequía, un desierto por aquí, de vez en cuando gotea un poco desde el otro lado pero, así como llegan las gotas, se van secando en el quebradizo piso reseco... y deja de gotear.

De este lado el muro parece cada día más grueso, y así se le va perdiendo atención, todos aquí sabemos que tarde o temprano o tempranisimo ese muro va a ser olvidado y solo hasta ese entonces se va a derribar. Uno se cansa de intentar... pero no, todavía no...

El precio del ocio

Es curioso como suelo convencerme de que algo va a pasar solamente porque lo desee con muchas ganas... lo que causan esos cuentos encantados que tanto disfrutaba de niña, lo curioso es que en ese entonces no creía en ellos como lo hago ahora (o solía hacer).

Sea como sea el mundo donde los deseos se hacen realidad existe solamente dentro de mi burbuja personal, creo que es hora de tirarla en el basurero imaginario al que pertenece, donde tenía que estar desde hace tiempo y yo la seguí remendando hasta que finalmente explotó empapandome con una fuerte dosis de realidad.

Lo hecho, hecho está dicen por ahí y todo lo que sube tiene que caer, lo malo es que nadie advierte del golpe que se recibe al llegar al suelo... y entonces lo único que queda es hacer un último esfuerzo por levantarse.

El precio del ocio!!! pensar que las cosas van a salir bien muchas veces no es nada más que engañarse a si mismo con "ilusas ilusiones" y puta! como duele... como quien dice se cosecha lo que se siembra, y si siembro vagancia?...ahora si, a levantarse todo golpeado y disimulando el dolor.

Pero vuelvo a la burbuja, por lo menos en busca de consuelo; todo pasa por una razón, talvez si esto no hubiera pasado entonces ( agregue la mentira aquí )...

Encrucijada corporal

Hoy soy una encrucijada...la misma que mantiene mi mente dispersa y mi cabeza y pecho en conflicto... si, soy encrucijada.

El vivo ejemplo de que las leyes de Murphy no son simples estúpideces inventadas por algún loco desdichado... como quien dice, es cierto que cuando todo parece estar bien, es cuestión de tiempo para que deje de parecerlo.

Hoy mi mente nada en un mar de posibilidades, unas llevan a una costa conocida y otras a la isla de la libertad y perdición. Y quien se supone que va a guiar a mi pobre mente confundida?... no, no, yo se que ni siquiera debería de considerar buscar el camino hacia la isla porque una vez allá no hay camino de vuelta. No necesito a nadie más que a mi lúcida mente para decirme que no debo hacer, pero mi inconsciente se vuelve aliado de mis hormonas y por más que quiera evitarlo es imposible.

De repente ya no puedo confiar en lo que quiere mi mente ni en lo que me pide el inconsciente, entonces que hacer? Continuar en la costa o seguir nadando en el mar de posibilidades que es la vida. Algo si queda claro, algún día llegaré a la isla, no sé si será ya o si será dentro de mucho tiempo... pero llegaré.