De este lado del muro las cosas son conocidas y conflictivas, ya no se conocen los límites y los tratados establecidos se vuelven cada vez más confusos.
De este lado del muro el cielo cambia de color rosa a negro en cuestión de segundos, de palabras. Lo existente del otro lado son simplemente meras suposiciones basadas en memorandos viejos, el hueco para comunicarse se hace cada vez más angosto y no hay manera de evitarlo. Se hace el intento, se envian mensajes directos, pero los habitantes de ese lugar desconocen mi lenguaje o simplemente no saben leer, oir y ni entender.
De este lado del muro llueve cada otra noche, de repente la lluvia entiende que solo moja de este lado y que en el otro lado seguramente no se ve ni las nubes negras. Entonces todo es sequía, un desierto por aquí, de vez en cuando gotea un poco desde el otro lado pero, así como llegan las gotas, se van secando en el quebradizo piso reseco... y deja de gotear.
De este lado el muro parece cada día más grueso, y así se le va perdiendo atención, todos aquí sabemos que tarde o temprano o tempranisimo ese muro va a ser olvidado y solo hasta ese entonces se va a derribar. Uno se cansa de intentar... pero no, todavía no...
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