sábado, 12 de junio de 2010

El pecado de ser iluso

¿El momento? No lo sé...
cuándo? dónde? porqué?.. tampoco
Creo que nada, nada solamente. 

Y así... un día. El día. Ese día,
abrí mis ojos y el verde se tornó verde dolar
El verde conocido dejó caer su disfraz y ya.. y fue
Y ahora vomito verde dolar por doquier.

El día. Ese preciso día,
la sonrisa blanca con negritos sostenidos perdió su encanto
Y ya no la quiero,
fue mia y la amé y juré amarla para siempre...
pero ya no quiero.

Y apesar de que mi venda cayó sigo ahí,
con miedo a nada.
Con miedo.
Y nadie entiende, ni yo.

El vano temor de no ser.. 
y las ganas atadas de andar, 
de gritar a los cuatro vientos que todo es falso
Pero mis manos no desamarran nudos ajenos.

Y mi ego humillado,
y mi razón reprimida
mi boca... mi boca muda 
y el resentimiento presente e invisible.

No se trata de coraje
no se trata de usted ni de mi
Se trata de nada.


Yo sé que usted sabe... pero que clase de villano revela su plan.

viernes, 11 de junio de 2010

Ciega porque le da la gana!

Escucho un disco de acetato rayado que toca cada 5 segundos la misma frase inútil y corroida de siempre. Y ya no quiero, pero esta en mi cabeza y no quiere salir. Es como ese mensaje subliminal que apodera de mi inconsciente. Es el mismo que se mete en el ring todas las noches, tardes y mañanas a pelear por el título mundial de la inconformidad... y suena la campana nuevamente para otro round.

Veo unos ojos cubiertos de lentes viejos, desteñidos, rotos y prejuiciosos... a decir verdad no los veo, supongo que existen, pero esos ojos nunca los he podido ver.. hasta donde sé podrían nisiquiera existir. Yo solo supongo y vuelvo la cara. No quiero quedar convertida en piedra.

Siento otra vez el desorden en mi pecho, las ruinas de lo que fui y el anhelo bifurcado por volver. Quiero y no quiero. Quiero y tengo miedo. Miedo a caminar con la espalda descubierta por un camino oscuro sin otra luz que no sean mis ojos y mi luna. Y sin vuelta atrás.

Saboreo la sal conocida, la que no sale de mi boca en varios días ya... y sigue ahí. Sal ajena y sal mía. Sal que arde sobre las heridas cicatrizadas y sobre las podridas. Sal que cansa, que humilla, que detiene y que no termina...

Huelo los restos podridos de un pasado ajeno, dolido, tachado, de heridas infectadas con recuerdos inútiles. Inútiles porque no son míos y no los quiero... no quiero  mierda ajena sobre mis hombros ni bajo mis pies. Y esa rebeldía avejentada que ni viene al caso... esas ganas de no aceptar que no siempre la luz se pone verde. No es nada mas que mierda de un mal perdedor.

Y que putas me importa a mi???! Y que putas le importa a usted?!!! si su vida se fue a la mierda no voy a dejar que mande a la mierda la mia tambien... 

Y Jódase si no le da la Puta gana de entender!!... Porque no hay peor ciego que el que no quiere ver...