sábado, 12 de junio de 2010

El pecado de ser iluso

¿El momento? No lo sé...
cuándo? dónde? porqué?.. tampoco
Creo que nada, nada solamente. 

Y así... un día. El día. Ese día,
abrí mis ojos y el verde se tornó verde dolar
El verde conocido dejó caer su disfraz y ya.. y fue
Y ahora vomito verde dolar por doquier.

El día. Ese preciso día,
la sonrisa blanca con negritos sostenidos perdió su encanto
Y ya no la quiero,
fue mia y la amé y juré amarla para siempre...
pero ya no quiero.

Y apesar de que mi venda cayó sigo ahí,
con miedo a nada.
Con miedo.
Y nadie entiende, ni yo.

El vano temor de no ser.. 
y las ganas atadas de andar, 
de gritar a los cuatro vientos que todo es falso
Pero mis manos no desamarran nudos ajenos.

Y mi ego humillado,
y mi razón reprimida
mi boca... mi boca muda 
y el resentimiento presente e invisible.

No se trata de coraje
no se trata de usted ni de mi
Se trata de nada.


Yo sé que usted sabe... pero que clase de villano revela su plan.

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