sábado, 28 de enero de 2012

Todas las monedas de 100 del mundo, muerdo y halo...

Sonrío. Los días son mucho más soleados y su reflejo no se encuentra entre las gotas de rocío de la noche anterior ni entre los charquitos que se evaporan. Su reflejo se encuentra jugando con el 514 de esas hermosas montañas que me enseñan el paisaje más hermoso cada mañana. 


Miro. Abro mis ojos y recuerdo lo feliz que soy; y hasta me descubro agradeciendo a quien no conozco por lo llena que me hace sentir el despertar y simplemente recordar lo afortunada que soy. 


Siento. Un mundo, una galaxia, un universo entero! ... uno que descubro y en el que me sumerjo cada segundo un poco más. Uno que existe desde que existes tú. 


Es casi como aprender un nuevo idioma, descubrir un lugar nuevo, ver para el que solía ser ciego, probar el sabor de helado que nunca te atreviste a probar y amarlo! 


Paso a paso la ansiedad se va acrecentando. Por fin el lienzo blanco va tomando color y mis pasos y los tuyos encuentran la misma dirección... corriendo en la infinidad verde con los ojos cerrados. 





... todos los peluches que suenen, cerezas, Lu y Tiago.

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